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Algunos trucos para que duermas fresco en verano

Algunos trucos para que duermas fresco en verano

La temperatura ideal para dormir es de 15 grados. Así lo afirma la Sociedad Española del Sueño (SES). Una temperatura por encima de los 23 grados ya interfiere en la calidad del sueño.

Te dejamos algunos consejos para dormir mejor por la noche:

  1. Cambiar la almohada
    Una buena opción para el verano es una almohada de espuma o de trigo sarraceno. Ambos materiales son más frescos y te ayudarán a dormir mejor. Hay que buscar, modelos de espuma con gel de enfriamiento o espuma ventilada para que el flujo de aire sea óptimo. Otra buena opción son las almohadas de espuma con memoria de gel. Un tipo de almohada de enfriamiento cuya capa de condensación absorbe el calor del cuerpo y lo dispersa para crear un ambiente de sueño fresco. Puede llegar a bajar la temperatura durante la noche unos 10 grados para evitar los sudores del cuello.
  2. Las sábanas de enfriamiento
    Estas sábanas están fabricadas con materiales transpirables (seda, algodón, bambú). Además, son capaces de eliminar la humedad, por lo que si sudas te sentirás más cómodo y seco. Las sábanas de algodón de percal con un recuento de hilos de una sola capa son también una de las mejores soluciones para dormir sin calor. El algodón es un tejido más suelto que casi no atrapa el calor del ambiente, manteniendo estable y fresca la temperatura en la cama.
  3. Hacerte con un colchón más fresco
    Hay colchones que están fabricados con materiales que atrapan mucho más el calor. Los colchones de espuma viscoelástica atrapan mucho más el calor corporal. Si duermes en verano en ellos, resultará mucho más difícil conciliar el sueño. La mejor opción es comprar un colchón de látex orgánico. También son muy recomendables los colchones de muelles ensacados, ya que permiten que el aire circule libremente evitando humedades y otros olores desagradables. Un colchón que permita una buena transpiración también resultará ideal para las calurosas noches del verano.
  4. Hacer un aire acondicionado casero
    Uno de los mejores trucos para dormir bien en verano es hacer un aire acondicionado casero. Solo tienes que colocar unos cubitos de hielo en un recipiente grande y ponerlo frente a un ventilador. A medida que el hielo se vaya derritiendo, el ventilador hará que la brisa sea más fresca por la habitación. No hace falta que el ventilador sea muy grande. Puedes colocar uno pequeño en la mesita de noche para al menos mantener la cabeza fresca. Si cierras la puerta de la habitación, lograrás que el aire de la estancia se pueda mantener fresco durante toda la noche.
  5. El método egipcio
    Se trata de uno de los trucos para dormir bien en verano más recomendables. Hay que mojar una toalla o sábana grande en agua. Luego se escurre y se pone en la lavadora en el ciclo del centrifugado. Cuando deje de gotear, te metes en la cama y colocas la toalla o la sábana por encima. En caso de que tuvieras cerca un ventilador (o si no, abriendo la ventana). notarás una sensación de frescor por el cuerpo con la que podrás descansar mucho mejor. Una de las alternativas a este truco es colocar la sábana o la toalla frente a la ventana abierta. ¡Recuerda situar una toalla seca debajo para que la humedad no llegue al colchón!
  6. Tomar una ducha con agua tibia antes de acostarse
    La temperatura del cuerpo comienza a descender según se acerca la hora de dormir. Si quieres bajar un poco más la temperatura, nada mejor que tomar una ducha de agua tibia y acostarse con el pelo húmedo. Esto hará que te sientas más fresco y puedas conciliar el sueño. El agua tibia es la temperatura más adecuada para que el cuerpo se caliente solo ligeramente. Así, al entrar en una habitación donde la temperatura sea más baja que la del cuerpo, esta última bajará lo suficiente para que te sientas más cómodo. Mejor una ducha de agua tibia que de agua fría.
  7. Refrescar puntos del cuerpo
    Refresca algunas partes del cuerpo que son claves. Coloca unas toallitas húmedas o compresas en el congelador. Antes de acostarte, te las aplicas en puntos como el cuello, las muñecas, los codos, la ingle, los tobillos y detrás de las rodillas. El enfriamiento de estas zonas del cuerpo desencadenará una reacción que enfriará rápidamente el resto del cuerpo. Una alternativa antes de dormir puede ser meter los pies en un recipiente con agua fría.

 

Fuente: El Español

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